La serie, que llegó a Latinoamérica como Yo, Tu, Ella, es una comedia dramática -para poder catalogarla de alguna forma- con la particularidad de ser llamada "la primera serie poliromántica". Esto es, porque un matrimonio casado se enamora de una escort. Más allá de los típicos enredos, la serie tiene bastante para decir sobre la sexualidad, las normas sociales, y el supuesto comportamiento adulto.
Si bien la cuestión argumental de You, Me, Her tiene cierta similitud a lo que pasa en Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen la serie profundiza mayormente en distintas problemáticas que conllevaría éste tipo de relación: principalmente por las presiones sociales.
¿Es posible que dos personas casadas o en una relación se enamoren de otra al mismo tiempo?
Las relaciones humanas son sin duda intrincadas, y dada su complejidad parece algo probable. La idea de una relación de a tres seguramente pondría los pelos de punta a las personas de pensamiento conservador, cosa reflejada en las presiones que los personajes sufren -principalmente Emma (Rachel Blanchard) y Jack Trakarsky (Greg Poehler) que son una pareja casada en la serie- tanto de sus amigos, familiares como sus compañeros de trabajo. Pero todo en una relación se puede llegar a consensuar, y lo importante es la búsqueda conjunta de la felicidad: por lo tanto si a una pareja le hace feliz incorporar un o una tercera persona a su relación deberían poder hacerlo sin ningún prejuicio.
Jack y Emma Trakarsky son una pareja tradicional que vive en una zona residencial de Estados Unidos, cuando su relación empieza a perder la pasión contratan a una escort, de la cual se enamoran. |
El personaje de Izzy es quien no duda, y trata de seguir a su corazón y pasión, cosa ejemplar que no siguen tanto Jack como Emma -por estar sometidos a los roles sociales impugnados por el mundo adulto y el sistema de producción actual-.
Haciendo un breve análisis de la serie, puedo decir que es atrapante, llena de brío y emoción. Es difícil parar de verla, y posee tanto momentos de drama como cómicos bien logrados. El argumento tiene las vueltas de tuerca comunes de una serie, pero tiene en gran medida el factor adictivo.
En el caso del guión es sin duda lo más elaborado: se anima a buscar a tientas los posibles inconvenientes de una relación entre tres individuos, y los elementos sexo-afectivos presentes muy bien expresados. Las actuaciones son mediocres, exceptuando un buen trabajo de Priscilla Faia como Izzy. Sin dudas, el espectador debe abandonar los prejucios para mirarla, y animarse como hacen los personajes a guiarse por lo que sienten.
Foto promocional de la serie, que ya renovó para un segunda, y tercera temporada. |