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jueves, 10 de enero de 2019

Máquinas Mortales (2018):
-Mortal Engines-

Duración: 128 Minutos
Dirección: Christian Rivers (Minutes Past Midnight) 
Guión: Fran Walsh
Philippa Boyens 
Protagonistas: Hera Hilmar (Life in a Fishbow!,The Ottoman Lieutenant, An Ordinary Man)
Robert Sheehan (Misfits, Love/Hate, Bad Samaritan)
Hugo Weaving




Coproducción estadounidense-neozelandesa, basada en la novela del mismo nombre escrita por Philip Reeve. En el banquillo está Peter Jackson produciendo y habiéndose hecho cargo del guión, parcialmente. Por eso entendemos que Christian Rivers dirija -trabajó con Jackson en King Kong y la trilogía del Señor de los Anillos- Phillipa Boyens y Fran Walsh escriban -ambas trabajaron con él en la mencionada trilogía- y Hugo Weaving actúe.


Probablemente los veinte minutos iniciales de Máquinas Mortales no arranquen del todo bien: primero porque quizás se venga con el hastío de entender que es un film post-apocalíptico y encontrar en la idea general un parecido con Mad Max, segundo porque las ciudades andantes parecen  muy poco plausibles.
La realidad es que el diseño de producción, en general resulta poco plausible. Eso no cambia a través de la cinta -sumado a su poco inspirada toma de ideas de otras películas para naves, por ejemplo-, sin embargo el argumento presenta ciertas singularidades y se va solidificando de a poco.
El guión presenta cierto inesperado refinamiento, y la historia al estar compuesta en tres frentes es dinámica. La solidez del argumento, y el refinamiento del guión probablemente vengan del estar basados en una saga como es la de Mortal Engines -con cuatro libros-, mientras que la dinámica es en gran parte gracias a un coherente trabajo de edición (Jonathan Woodford-Robinson) que deja pasar bastante ligeramente 128 minutos de trabajo cinematográfico. 


A pesar del diseño de producción, hay algunos elementos visuales que merecen reconocimiento: la metódica y elegante dirección de arte (Simon Bright), el peinado y maquillaje (Rick Findlater), y también el trabajo de vestuario (Bob Buck y Kate Hawley). Estos componentes contribuyen a darle un estilo personal a la cinta y a marcar diferencias entre les personajes.
Si bien los están bien constituidos, las actuaciones de quienes los encarnan son dispares: las protagonistas femeninas, Hera Hilmar y Jihae lo hacen bien, mientras que sus contrapartes masculinas se quedan atrás.
A nivel sonoro, las colosales batallas probablemente no serían lo mismo sin la música de nuestro querido Junkie XL, que como siempre hace un buen trabajo.


Como crítico, uno contempla ciertas verdades sobre la cinta: la historia de un protagonista encantado con un sistema, y posteriormente desencantado es bastante cliché, y hay cierto mumbo jumbo. Sin embargo, eso no quita que, a pesar de todo esto, la historia encuentre una forma de sostenerse, ya sea con recursos técnicos y estéticos, pero también con personajes fuertes -Shrike, por ejemplo, posee una dualidad magnífica en su carácter-.
También vale la pena destacar que la protagonista, y las guionistas son mujeres, algo difícil de ver en la industria cinematográfica.

Mi Calificación: 6 (seis) Buena 

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