Killer Sofa (2019):
Duración: 81 Minutos
Dirección: Bernie Rao (The Baldlands, Ina)
Guión: Bernie Rao
Protagonistas: Piimio Mei (Debut)
Jordan Rivers (Ghost in the shell, Máquinas Mortales)
Bernie Rao no sólo dirige, y escribió esta comedia de terror neozelandesa, sino también la produce, es el director de fotografía y el editor. Conocemos a Nueva Zelanda por alguna comedia de terror como Deathgasm (Howden, 2015) o What we do in the shadows (Waititi, 2014). La idea para la película le surgió al director al mirar su cuarto y pensar en la posibilidad de hacer una película sobre un sillón reclinable, como también tiene la intención de homenajear a directores como Argento o Carpenter con un bajo presupuesto.
Cuando pensamos en objetos inanimados asesinos no podemos evitar recordar Christine (Carpenter, 1983), o Chucky (Holland, 1988). También cuentos fantásticos como La Soga de Silvina Ocampo.
Leyendo algunas reseñas sobre la película, una señalaba lo "tonto" o "ridículo" de la premisa, lo cual parece mostrar que el primer adjetivo es más prudente usarlo para la persona que la reseñó. Porque, efectivamente ya en el poster y en el título sabemos de que va a tratar, y unx como espectador puede aceptar o no cierto contrato con la película: en el primer caso sería tratando de adueñarse de cierto mundo donde los sillones asesinan personas, en el segundo quizás simplemente no viendo la película y dedicarse a ver géneros "realistas".
Por supuesto que la aceptación de tal verosimilitud no es sin humor, y en eso la película no falla: es completamente autoconciente del género al que pertenece, y por eso puede burlarse de ella como de cierto terror.
No obstante, tal cuestión no significa que tenga cierta "seriedad" en aspectos visuales: la fotografía (Bernie Rao) está bastante bien dominada -se nota cierta "maestría" traída de otros largometrajes- tanto por como maneja visualmente el suspenso, como por cierto estilo voyeur que posee la cámara y la estética algo referencial al terror italiano. La edición, también es de Rao, y en cierta manera eso es muy saludable, porque armoniza con la fotografía y el autor cuenta con ciertas libertades que algunos directores no tienen al trabajar con determinados estudios.
Claro que la cinta tiene sus limitaciones: las actuaciones son predictiblemente paupérrimas -quizás no tanto la Piimio Mei-. Otra cosa de la que padece el largometraje es de ciertas idas y vueltas argumentales algo apresuradas y declives en la historia que la hacen algo lenta de mirar a pesar de sus convenientes 81 minutos.
Como reflexión final quizás sea bueno seguir el consejo de Truffaut, para escribir sobre cine: "lo ideal sería escribir sobre las películas que nos gustan". Si nos metemos con un género como las comedias de terror o películas de clase b, tendría poco lógica defenestrarlas por su bajo presupuesto, malos efectos o incoherencias argumentales, hasta incluso escribir cosas sobre ellas señalando lo obvio. Esta reseña, quizás hace hincapié sobre un género o subgénero muy particular que probablemente no guste a todo el mundo, pero aún así me remito a Truffaut y escribo sobre lo que me gusta. Killer Sofa, es una película autoconciente de su estilo, fácil de encontrar y si tenemos cierto gustito por la sangre probablemente la podamos disfrutar como una necesaria distensión en un mundo que en estos días parece pensado por un guionista de este tipo de películas.
Mi Calificación: 6 (seis) Buena