Come True (2020):
Duración: 105 Minutos
Dirección: Anthony Scott Burns
Guión: Anthony Scott Burns
Daniel Weissenberger
Protagonistas: Julia Sarah Stone
Landon Liboiron
Skylar Radzion
La segunda película de Anthony Scott Burns, director de cine canadiense que empezó su carrera como Artista de Efectos Visuales. Su debut como director lo hizo en el año 2018 con Our House, remake de Ghost from the Machine (Osterman, 2010). Afortunadamente, gracias al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, pudimos ver esta película de ciencia ficción y terror tres meses antes de su estreno en Estados Unidos.
Come true desde el principio tiene una estética pesadillesca. Tiene esa ligera incoherencia, al menos al principio, que nos permite diferenciar el sueño de la vigilia. Que estamos frente a una atmósfera cargada de una presencia maligna, es la intuición que tenemos como espectadores en los inicios de la película. Poco a poco lo vamos confirmando gracias al personaje de Sarah -magníficamente interpretado por Julia Sarah Stone- que se termina fusionando al espectador gracias al énfasis subjetivo de la fotografía (Anthony Scott Burns) y la música (Anthony Scott Burns, Pilotpriest y Electric Youth). Iba a señalar la estética lyncheana cuando me dí cuenta de otra similitud que tiene Scott con el director: ambos están obsesionados por como suenan y cómo se ven sus películas. Anthony Scott Burns es realmente un artesano -en cierta medida por cuestiones presupuestarias-, ocupándose aquí de la fotografía, música y el guión. Esta omnipresencia le da a Come True un estilo personal bastante marcado -y quizás cierta falta de control a la película-, teniendo guiños a varias películas pero también marcando bien el campo.
El bajo presupuesto de la película está relativamente bien disimulado mediante un guión, inteligente y dinámico por momentos y errático e incoherente en otros. Los efectos especiales resultan acordes, ignorando de esta forma las limitaciones económicas. Quizás el bajo presupuesto se note más en lo espartano de la historia: pocos personajes, y pocas locaciones -cosa que quizás solo preocupe a algún cinéfilo trasnochado como yo-. La mixtura de géneros, y la estética retrofuturista le ayudan a escapar a las limitaciones que podría presentar el terror o el sci-fi como géneros individuales (los bien conocidos tropos). De esta forma tiene una estética y temática híbrida que la vuelve bastante misteriosa, característica que comparte con el personaje de Jeremy, el stalker de ojos claros -debemos atribuir justo mérito a la buena performance de Landon Liboiron-. No obstante, tal mixtura termina desintegrando su desenlace, e incluso todo el tercer acto. Quizás quede un poco subanalizada la fotografía, pero es muy relevante en esta cinta. La subjetividad que mencionamos la logra a través de planos cerrados que nos hacen ver como Sarah va decayendo mentalmente por el insomnio y la paranoia. Las luces frías contribuyen a esa atmósfera enrarecida de la que hablábamos antes, como también para darle características de una película de ciencia ficción. La oscuridad de las pesadillas que sufren los personajes nos hace recordar a la saga de Hellraiser, garantizando un tono terrorífico que a veces exagera el uso de jump scares.
Con cabos sueltos difíciles de ignorar y un ritmo decreciente en el último acto, Come True termina siendo una película más atractiva por su forma que por su contenido, el cual puede resultar extremadamente confuso. De todos modos, no deja de ser una película extraña y distinta, de esas que aspiramos a ver en festivales, y que quizás con un poco de suerte la volvamos a cruzar en otro lado en un futuro más bien remoto.
Mi Calificación: 6 (seis) Buena
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