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sábado, 21 de abril de 2018

Viene de Noche (2017):
-It Comes at Night-

Duración: 91 Minutos
Dirección: Trey Edward Shults (Krisha)
Guión: Trey Edward Shults
Protagonistas: Joel Edgerton
Christopher Abbott (James White, Whiskey Tango Foxtrot, Katie Says Goodbye)
Carmen Ejogo (Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, Alien: Covenant, Roman J. Israel Esq.)


Trey Edward Shults es un director de cine texano de apenas veintinueve años, teniendo con Viene de Noche ya dos películas escritas y dirigidas en su haber, previamente habiendo trabajado con Terrence Mallick. Krisha, siendo estrenada en el Festival South by Southwest. La historia de Viene de Noche la escribió luego de la muerte de su padre para lidiar con el duelo, y se inspiró en la pintura de Pieter Bruegel el Viejo "El Triunfo de la Muerte" (1562), que es exhibida en la cinta
.

El género o subgénero post-apocalíptico es bastante frecuentado en el cine norteamericano de Ciencia Ficción, casos como la trilogía Mad Max, 12 Monos (1995), Soy Leyenda (2004), The Road (2009), o Z for Zachariah (2015), entre otros exponentes. Probablemente la cinta de Shults se encuentre  más cerca de las dos últimas mencionadas, con un estilo más bien revisionista o personal sobre el súbgenero. Probablemente la virtud de It Comes at Night esté en la visión personal sobre un tema planteado generalmente con cierta universalidad, incluyendo una cuestión como el duelo, la afortunada elección de no contar el origen de la destrucción de la tierra y la austera pero eficiente producción.


Con muy poco presupuesto (entre 2,4 y 5 millones de dólares), un espacio fílmico limitado y apenas ocho actores, Viene de Noche puede contar una historia atrapante e inmersiva emocionalmente. No sólo limitándose a tener una buena historia, la parte técnica está bien resuelta, desde aspectos como el sonido, la fotografía (Drew Daniels) y hasta la edición, a cargo del director. Claro que este último aspecto le da cierta distinción, acercando a Shults al trabajo de un autor, y dándole una libertad creativa envidiable y necesaria. Esta suma de aspectos le da un sentido de completitud a la película que resulta muy satisfactorio para el espectador: la película no pretende ser más de lo que es y posee una efectividad muy digna.


Afortunadamente el trabajo de los intérpretes acompaña a los aspectos positivos de la cinta, especialmente la sorprendente performance de Joel Edgerton como Paul, que desafortunadamente opaca los demás trabajos, que sin embargo están bien realizados. Ya mencionamos antes esa sensación de completitud, de circularidad, en el sentido positivo de la palabra, que genera It Comes at Night, la cual logra sobrellevar sus limitaciones por momento narrativas y presupuestarias. Claramente la cinta no es una obra de arte, pero su eficiencia la hace digna de cierta consideración.  

jueves, 12 de abril de 2018

Verdad o Reto (2018):
-Truth or Dare-

Duración: 100 Minutos
Dirección: Jeff Wadlow (Rompiendo las reglas, Kick-Ass 2, True Memoirs of an International Assassin) 
Guión: Michael Reisz
Jillian Jacobs
Protagonistas: Lucy Hale (Scream 4, Pretty Little Liars, Life Sentence)
Tyler Posey (Legendary, Teen Wolf, White Frog)  
Violett Beane (The Leftovers, The Tower, The Flash)


Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia


Segunda película de terror dirigida por Jeff Wadlow, siendo la primera La Última Víctima (2005), que también cuenta como tópico para su desarrollo un juego, y la cuestión de la verdad y la mentira. El segundo slasher de Blumhouse, luego de Feliz Día de tu Muerte, ambos estrenados un Viernes 13 en Estados Unidos.


Un personaje central moralista (Olivia), universitarios estereotipados como fiesteros, y un juego con reglas poco lógicas son los ingredientes para estrenar otra película de terror dirigida a adolescentes. Claro que nada puede "malir sal" cuando la actriz principal solo tiene 3 créditos en la pantalla grande -tiene un cuarto pero de voz-, y quienes acompañan figuran también principalmente en series.
Quizás aquí se note la falta de presupuesto de la cinta -o la mala administración del mismo- al no tener un sólx actor u actriz de peso o que al menos actúe bien. Claro que mi decepción como espectador tiene un peso mayor por la vara alta que significó Feliz Día de tu Muerte. En Verdad o Reto sólo se toman los pocos elementos clichés de la película anteriormente mencionada como el estereotipo de universitario parrandero y cierto mensaje fabulesco.


Hay diversos elementos que generan el fallo de la cinta, pero probablemente el más importante sea la acusmatización del demonio que debería generar terror y su débil verosimilitud. Primero sólo escuchamos al demonio grotescamente repetir "Truth or Dare", luego se trasmuta en una deficiente máscara de la persona que rodea a quien juega. Quiero señalar que el trabajo de sonido (Jamie Hardt) igualmente está logrado. No sólo vemos la pérdida del estilo manierista de Happy Death Day para retomar formas clásicas de terror, sino que los momentos en que el espectador debería estar asustado causan cierta gracia. Algo que evidencia su motivación principalmente comercial es el odioso final, que abre la puerta de forma poco sutil a una segunda entrega.


Como elementos positivos podemos destacar la inclusión del idioma español como a México en la trama, sumado a un personaje cuya orientación sexual no es heteronormativa. Además podemos decir que si bien Truth or Dare no genera muchos sustos, si logra mantener cierta tensión, dentro de las cuales las escenas en la iglesia/monasterio no están mal.
Verdad o Reto, es una tradicional e irreflexiva película de terror, de esas que salen de a montones cada año, y cuyas pretensiones monetarias superan con creces al trabajo artístico.  

Mi Calificación: 4,50 (cuatro y medio) Regular

lunes, 2 de abril de 2018

La Reina del Miedo (2018):

Duración: 107 Minutos
Dirección: Valeria Bertuccelli (Película Debut)
Fabiana Tiscornia (Película Debut)
Guión: Valeria Bertuccelli 
Protagonistas: Valeria Bertuccelli (Un novio para mi mujer, Viudas, Me casé con un boludo)
Diego Velázquez
Darío Grandinetti


Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia

Valeria Bertuccelli se embarcó en el ambicioso proyecto de escribir, protagonizar y dirigir -codirigir, en realidad- su película, al mejor estilo Orson Welles. Mal no le fue en su debut, al haber ganado el Premio del Jurado a Mejor actriz del Festival de Sundance. Fabiana Tiscornia también debuta como directora, teniendo sin embargo cierta cancha en el rubro, habiendo asistido a Lucrecia Martel en Zama (2017), a Pablo Trapero en El Clan (2015) y hasta a Lucía Puenzo en El Niño Pez (2009) entre otros importantes créditos.


Se percibe en La Reina del Miedo la búsqueda de una voz propia. Hay un peculiar hincapié en el personaje de Robertina (Valeria Bertuccelli) a través de recursos visuales -vemos la cámara muy cercana al cuerpo y la cara de la actriz- como sonoros -gracias a ocularizaciones internas, música, silencios, etc-. Ambos aspectos técnicos, el primero a cargo de Guido Berenblum, el segundo por Matías Mesa, están bien logrados. Claro que el lenguaje visual tiene bastante de importación europea, a través de largos encuadres por ejemplo, y no resulta por lo tanto algo muy propio del cine nacional. El objetivo de acceder a la psiquis de un personaje moderno, pasivo, está cumplido. Lo que es difícil de entender son tanto las motivaciones del personaje como el mensaje, y al público al que la cinta está dirigida.


Es difícil identificarse con los problemas de una mujer burguesa de mediana edad cuya crisis existencial y recorrido por la historia no sólo parece superficial, sino que carece de un sentido claro. Afortunadamente el final contradice el estilo europeo de evitar conclusiones fuertes y aventura un cierre que no logra cauterizar los vacíos argumentales de buena parte de la historia. No puedo sin embargo hablar negativamente del trabajo performativo de Bertuccelli, que nos confirma lo que ya sabíamos: es una gran actriz. Desafortunadamente el papel de Grandinetti es muy corto, también el del "puma" Goity, de hecho, fuera de Bertuccelli los demás personajes pasan muy poco tiempo en cámara.


Bertuccelli y Tiscornia consiguieron algo muy complejo para una ópera prima: la presentación de una voz y lenguaje audio-visual particulares, aunque este último con cierta importación europea. La voz afortunadamente es femenina, algo que no abunda en el cine nacional y se necesita en mayor cantidad. Sin embargo, el quid de la cuestión es que esta voz resulta algo inexpresiva. Probablemente el problema fundamental de la película, sea de todos modos, su total carencia de dinámica en ciertos momentos y el tremendo egocentrismo que conduce la historia. La Reina del Miedo representa un tímido debut directorial de una laureada actriz y una experimentada asistente de directora, que sin embargo pueden demostrar cierta potencialidad con un guión diferente.