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lunes, 27 de noviembre de 2017


Brian De Palma: Manierismo Popular

Inspirado en el ciclo de Brian De Palma presentado el mes saliente en el Centro Cultural San Martín me sentí motivado para hablar de un director que incluye un lenguaje fílmico personal en películas altamente populares. Quizás ahora un poco olvidado por el público general, De Palma es un director que sigue activo -está desarrollando dos películas: Venice Beach y Domino- y tiene una filmografía prolífica como diversa.  

El director con casi cincuenta años de carrera realizando largometrajes, dirigió desde películas de terror como Carrie (1976) -adaptación del libro de Stephen King-, de mafiosos como Scarface (1983), Los Intocables (1987) y Carlito's Way (1993), thrillers como Obsession (1976) y Blow Out (1981) y hasta un thriller erótico bastante bizarro como puede ser Vestida para Matar (1980).


Siendo caracterizado por su estilo "voyeur" -término correcto para describir escenas soft-porn presentes por ejemplo en Carrie, Blow Out y Vestida para Matar- tiene la particularidad de tener un lenguaje audiovisual bastante personal, introducido en historias destinadas a captar un público masivo y tener éxito de taquilla. Caso ejemplar es el de Misión Imposible, que recaudó 457 millones de dólares aproximadamente ¿Qué hace del director un autor? Su estilo "manierista" le da frescura a historias algo simples o forzadas, o que simplemente quedaron desactualizadas parcialmente por el paso del tiempo. Hay ciertos elementos magníficamente introducidos a lo largo de su filmografía tales como las escenas de persecución -una de las más interesantes es la de Vestida para Matar, que transcurre en un Museo y la protagoniza Angie Dickinson, pero también presentes en Obsession, o Blow Out-. La brutalidad, la sangre y el sexo son constantes estilizadas en sus películas, donde se presentan asesinos psicópatas como el Doctor Robert Elliott (Michael Cane) o Burke (John Litgow). Señalamos su manierismo -entendido como una reinterpretación personal de elementos clásicos- por la utilización de particulares recursos audiovisuales como: el movimiento circular de la cámara en escenas importantes -como en el final de Obsession, o el baile en Carrie-, el juego con el sonido -cambios repentinos de auricularización espectatorial a interna- y la evidenciación de su funcionamiento -es el caso de Blow Out, donde Jack (John Travolta) trabaja como sonidista- y el uso del flou. El uso de travellings extraños y rápidos y la maestría del montaje alternado son otras características de un director que además domina perfectamente el suspenso.

La pregnancia de las imágenes de Carrie, y la magnífica utilización
de recursos como el montaje alternado, la dilatación y el viraje al rojo de la fotografía
convierten la coronación de Carrie White en una escena clásica del cine que nunca pierde actualidad.
Otra técnica común del maestro es la dilatación -cámara lenta-, todos elementos empleados de forma sutil en historias de finalidad comercial y éxitos de taquilla. La maestría que tiene el director sobre tales recursos decantan en increíbles escenas finales -o que generan un giro en el argumento- que impregnan la mente del espectador tales como la escena donde Tony Montana enfrenta a sus asesinos en Scarface, la escena del baile de Carrie o el final de Blow Out. Algo muy curioso es su utilización del elemento onírico -sueño- para shockear al espectador, no porque sea un recurso muy raro, sino porque sigue impresionando al público actual, que definitivamente no contaba con la utilización de tal recurso. Obsession, tiene una rareza: es una de las pocas películas del director que no presenta las lascivas y cosificadoras escenas de desnudo femenino, presentes en gran parte de su filmografía. La intriga y el suspenso de sus películas también está dado por un manejo pulcro de las narrativas -un gran ejemplo es la articulación de flashbacks de Snake Eyes (1998)-, que si bien pueden resultar algo ridículas por momentos, siempre mantienen cautivo al espectador.
Brian De Palma, es un director que mezcla perfectamente historias atractivas al gran público con un particular estilo audiovisual manierista, lo que lo convierte en un director para repasar si se lo conoce o para analizar si se desconoce su basta obra. Como plus, el director de 77 años, trabajó con figuras como John Travolta (Carrie, Blow Out), Al Pacino (Scarface, Carlito's Way), Robert DeNiro (Hola Mamá, Los Intocables, entre otras) y hasta el legendario Kirk Douglas (La Furia y Home Movies).
Otra imagen que invadió el subconciente de todo cinéfilo
es la de Scarface donde Tony Montana enfrenta a sus asesinos
con la icónica frase: "Say hello to my little friend", escena que fue
parodiada y refenciada en series y películas hasta el hartazgo -recuerdo particularmente
ahora su reactualización en la quinta temporada de Breaking Bad, donde Walter junto a su hijo
Junior mira la película, mientras su esposa Skyler mira preocupada como Walter parece convertirse en Tony.

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