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jueves, 7 de septiembre de 2017

Atómica (2017):
-Atomic Blonde-

Duracion: 115 Minutos
Director/a: David Leitch (John Wick)
Guión: Kurt Johnstad
Actores/actrices: Charlize Theron
James McAvoy 
Sofia Boutella

Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia (en Inglés)



David Leitch es principalmente conocido por su trabajo como doble (películas como 300, Inframundo: la Evolución, Señor y Señora Smith), al que también suma labores de coordinador de dobles y asistente de director. Con John Wick -codirigida con Chad Stahelski- dio el salto a director, y actualmente se encuentra filmando la secuela de Deadpool, programada para el año que viene. Ésta película, protagonizada por la talentosa blonda sudafricana -en un papel pobre- está basada en la novela gráfica The Coldest City de Antony Johnston y Sam Hart.


"Las mujeres se oponen al progreso" es una de las frases de David Percival (James McAvoy), referidas a Lorraine Broughton (Charlize Theron). Podemos pensar que una frase de ese estilo no tiene mala intención y es simplemente una particularidad del guión quizás... pero la construcción del universo de la heroína es evidentemente masculino. Ésta frase, queriendo desconstruirla representa un esencialismo de la categoría "mujer", además de un incorrecto universalismo que se expresaría en la afirmación de que todas las mujeres por el simple hecho de identificarse con ése género están en contra del progreso. ¿Cómo se evidencia esa construcción patriarcal/masculinista en el universo fílmico de Atómica? No es algo simple de responder, pero se ve reflejado por ejemplo en la forma en que Percival habla sobre Lloraine y como la ve.
Para seguir intentando responder a esa pregunta hay que pensar en el concepto de ideología de representación, que según mi entender son los pensamientos y el modo de producción que subyace a una narración filmada. Hay una androcentrización del público (varón adulto, blanco, heterosexual), mostrando desnudos femeninos que no hacen a la trama, escenas lésbicas formuladas únicamente para el placer masculino, un nivel de violencia extremo y la promoción gratuita y repetida hasta el hartazgo de bebidas alcohólicas y cigarrillos.


Profundizando en la cuestión genérica -ahora referido al estilo donde puede encuadrarse la película- la cinta es de acción "esteroidizada"/"tetosteronizada": neologismos que me permito crear para pensar en el tipo de películas como John Wick I,II, u otras de Statham, las cuales se caracterizan por un ninguneo del argumento en pos de las escenas de acción irreales e innecesariamente violentas y sangrientas (no hay una belleza estética en ellas como lo haría Tarantino, sino una mostración por la mostración misma). Quizás eso no molestara tanto -al fin y al cabo es un "estilo"- sino hubiera una carencia de búsqueda estética personal. El personaje interpretado por Charlize Theron parece una mezcla entre La Femme Nikkita (Besson, 1990) y Æon Flux (Kusama, 2005), ésta última interpretada por la misma actriz que al parecer ciertos papeles le están quedando cómodos. El argumento también parece una reconstrucción de otras historias -aquí se podría tener cierta tolerancia pensando que refleja la historia de la novela gráfica- tales como las de El Topo (Alfredson, 2011) o Kingsman (Vaughn, 2014). Pensando con cierta benevolencia, hay algo positivo en la historia:  se puede ver cierto empoderamiento femenino en una heroína que se enfrente con el hombre que se enfrente termina destrozándolo -además de ser un personaje autónomo, independiente-.


El modo de producción de éstas películas -Atómica particularmente se encuentra en el limbo entre un modo de representación post-moderno por sus referencias a veces innecesarias a películas como Casablanca (Curtiz, 1942) o La Zona (Tarkovsky, 1979) y el modo de producción clásico (por su estructura argumental)- deja siempre algún factor técnico para destacar: en éste caso está dado por un inteligente diseño de producción (David Scheunemann), diseño de arte (Zsuzsa Kismarty-Lechner) y algunos efectos especiales logrados (varios artistas). La música (Tyler Bates) ayuda a crear una atmósfera, a la vez oscura -por los remix- y perfectamente bailable. Otro aspecto destacable, es el trabajo performático de Sofia Boutella (como Delphine Lassalle), una actriz en ascenso y con trabajos muy regulares -bajo mi humilde perspectiva-.


En una de las escenas de la cinta de Leitch vemos a la heroína -intertextualidad post-moderna de por medio- peleando con distintos villanos frente a una pantalla donde se proyecta Stalker, la cinta de Tarkovsky. Los personajes terminan rasgando la pantalla y si se quiere "rompiendo la película", aquí queda demostrado no sólo cierto encono hacia un cine que se piensa así mismo sino como para todo lo que no represente una ideología de mercado -principalmente expresado en sinécdoques como capitalismo-libertad y comunismo-opresión o más simplemente capitalismo-héroes y comunismo-villanos. Hay cierto intento sin embargo de criticar a los dos sistemas, pero intencionadamente no está profundizado. En fin, pensando en la escena de Stalker, podemos pensar que Atómica viene a destruir el cine reflexivo y a imponer un forma de representación trunca y vacía, en el limbo entre un modo clásico y uno post-moderno.

Mi Calificación: 4,50 (cuatro y medio) Regular  

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