Invitame un cafecito

Invitame un café en cafecito.app

Vistas a la página totales

49401

sábado, 6 de enero de 2018

El Gran Showman (2017):
-The Greatest Showman-

Duración: 105 Minutos
Director/a: Michael Gracey (Película Debut)
Guión: Jenny Bicks
Bill Condon
Actores/actrices: Hugh Jackman
Zac Efron
Michelle Williams 



Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia

Muy pocas veces tenemos la oportunidad de disfrutar musicales al año, ya es un género poco frecuentado en la actualidad -su esplendor fue en los años pre-código Hays y lo retomó en los cincuenta-. Al menos esto pasa actualmente en el mercado latinoamericano como en el estadounidense, situación distinta a la de Bollywood. Cuando pensamos en The Greatest Showman es inevitable referir a la hazaña del Mascherano de la actuación, Hugh Jackman, quien comprometido hasta la última consecuencia con el proyecto cantó "From Now On" frente a los productores de la película para que le den luz verde, aún cuando su médico le dijo que no iba a poder cantar por un tiempo por sus puntos en la nariz y su recuperación de cáncer de piel.

La organización de los cuerpos en el espacio hace inevitable referir
a la puesta en escena. Ya que hablamos de cuerpos, podemos decir que
The Greatest Showman presenta una magnífica diversidad de ellos,
y hace valorarlos en su belleza y diversidad.
Desde el inicio, The Greatest Showman hace alarde de su espectacularidad: comienza con un número musical: "The Greatest Show", como todo musical bien -si se quiere-. Y así será el ritmo de la película, que trabajará con el pasaje de lo espectacular a la espectacularidad, tal como lo definiría Deleuze, hablando de este género. Los grandes números musicales, con trapecio entre otras cosas, están respaldados por el meteórico presupuesto de 84 millones de dólares -récord para un musical- que presenta un fantástico diseño de producción -Nathan Crowley-. Todo esto, sin embargo, sería de una belleza puramente estética, si no se contara con un guión conmovedor, pero con algunos clichés.
Dista la historia y los diálogos del estilo simplista de los musicales tradicionales, sin embargo la temática de la división entre arte alto y bajo característica de las películas de Vincente Minelli está presente. Claro que aquí profundizado en la división de la burguesía/nobleza y la clase popular/proletaria. Sin embargo las divisiones se presentan todavía más filosóficas en una foucaultiana disputa respecto a la normalización. Los abyectos, los renegados si bien consiguen cierto reconocimiento, se revelan contra la puritana sociedad neoyorquina: "colossal we come these renegades in the ring" dirá el tema de apertura "The Greatest Show".

Los vestuarios, el color que recuerda a los musicales filmados en Tecnicolor,
ayudan a darle ese aspecto onírico o de fantasía típico del musical. Aspecto
que para mí además posee cierta magia irreproducible por otros géneros fílmicos.
No puedo evitar mencionar grandes números musicales como el conmovedor y magníficamente coreografiado "From Now On", o la perfecta sincronía de Jackman y Efron en "The Other Side", donde este último se roba el número, por su talento y basta experiencia en musicales. Zendaya, la muy joven actriz que conocimos en Spider-man Homecoming -como Michelle- también brilla en "Rewrite the Stars", también tiene el gran mérito de haber realizado todos los trucos de trapecio, sin haber requerido de dobles para eso.
Por supuesto es necesario dar mérito a Jackman por la implicación en el proyecto desde el 2009, con un buen trabajo, opacado quizás por su capacidad algo limitada en el baile. Los números musicales no sólo poseen la destreza mencionada -por supuesto muy distinta a la de un Astaire o Kelly- sino también grandes letras (John Debney, Benj Pasek, Justin Paul y Joseph Trapanese) que reflejan rebeldía, amor y esperanza -sentimientos necesarios en tiempos de gran desesperanza- y pegadizas melodías. La parte técnica no se queda atrás en méritos: el trabajo de edición (Tom Cross, Robert Duffy, Joe Hutshing, Michael McCusker, Jon Poll, Spencer Susser) que da gran dinámica a la cinta, con logrados efectos sumarios y elipisis está en perfecta sincronía con la fotografía que cuenta  gran plasticidad y movilidad para captar la compleja puesta en escena de diversas secuencias de baile.


The Greatest Showman es una perla musical de los últimos años, quizás con cierto estilo Luhrmanesco -reminiscente al trabajo del director en Moulin Rouge (2001)-. No sólo es una película sólida por donde quiera que se la mire, sino que transforma al espectador en el proceso de visionado, haciendo despliegue de su brillo e imaginación. A diferencia de One From The Heart (1982) que habla de la imposibilidad de soñar, El Gran Showman nos induce a soñar más y mejor, pero no ingenuamente: señala que la caída es probable pero no-mortal.  

Mi Calificación: 8 (ocho) Muy Buena

No hay comentarios.:

Publicar un comentario