MIC es la abreviatura de Muestra Internacional de Cine con perspectiva de Género. Este es un Festival que empezó este 6 de Diciembre y termina mañana 12. Una de sus grandes ventajas es que la entrada a las funciones es libre y gratuita, y tiene nada menos que seis sedes: Centro Cultural San Martín, Club Cultural Matienzo, Centro Cultural Haroldo Conti, Museo del Libro y la Lengua, y Casa Brandon. La idea de la muestra, según su página web es: "ser un foro que invita a cuestionar la forma de ver películas desde una perspectiva de género a partir de todo tipo de producciones cinematográficas."
Particularmente, como espectador sentí la presencia de una perspectiva fresca, respecto a la tradicional falocéntrica -gran parte de las películas que vemos no solo están dirigidas, escritas y filmadas por hombres, sino también protagonizadas por ellos-.
Esto lo noté con una escena de Paraíso (Falá, 2017), una película argentina con una protagonista femenina. La escena, tenía a Sofía (Marina Arnaduo), despertándose y buscando su celular.
Unx podría preguntarse: ¿qué tiene de particular esa escena?
Es una escena muy común, pero ¿cuántas veces la vimos protagonizada por una mujer? Yo sinceramente no recordé haberla visto nunca, porque siempre o casi siempre, el hombre es el protagonista, y tenemos su subjetividad, no la femenina.
Fotograma de Paraíso, que, si bien no me dejó mucho a nivel guión, si generó en mí una reflexión sobre el modo de producción falocéntrico de la industria del cine, tanto estadounidense como argentino. |
Demás está decir que la música de Silvana es interesantísima.
El punto que hace a la película muy llamativa, es que sería difícil verla en otro lado: porque difícilmente una cadena de cines pase un documental sobre una rapera feminista y lesbiana. Es fundamental contar con el punto de vista de la protagonista, por los entrecruzamientos de las opresiones patriarcales que vive.
Poster de la película, que muestra a la rapera, caracterizada por su lucha feminista, anti homofóbica, y anti racista. |
El sonar de las olas (Ortega Castillo, 2018), Tita, tejedora de raíces (Morales García, 2017) e Y es así. Una mirada al movimiento lésbico feminista en México (Chinos Salgado, 2018).
Los dos cortos que me parecieron más interesantes fueron el primero y el último.
El primero, por tratar de una adolescente que lucha contra corriente y marea para derribar las imposiciones de su entorno, llevando al máximo sus posibilidades. El último por presentar una historia completamente desconocida para la media de las personas: la historia de un feminismo lésbico. Más allá del localismo de la historia -un poco ajena a nosotrxs como argentinxs- tiene algo de universal, o al menos latino, respecto al énfasis marcada represión de la sexualidad, y particularmente la exacerbada misoginia hacia mujeres lesbianas de este siglo y del pasado.
Luego me quedé a ver el documental Siempre andamos caminando (Urbina Mata, 2017), sobre tres mujeres migrantes, que dejan su ciudad para trabajar y poder enviar remesas a sus familias.
Fotograma de "Y es así (...)", documental corto donde las activistas destacan que ser lesbiana es una decisión política, y un modo de vida. |
Cabe destacar que el cierre per se es en el Centro Cultural Matienzo. Como la intención de este artículo es fomentar la asistencia, la última imagen del mismo es del programa del último día.
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