Gran cantidad de bibliografía hay escrita sobre la precursora de los slashers, Psicosis. Teniendo la posibilidad de rever la cinta en una plataforma digital, y luego leyendo una entrevista a su protagonista, Janet Leigh, me surgió un interrogante.
¿Por qué una escena dentro de una ducha puede causar tanto impacto? No sólo a mí como espectador me llevó a considerar la escena como una de las más sádicas de la historia del cine, sino que la mismísima protagonista adquirió cierta fobia al ducharse. Trataré en este artículo de analizar que sentimientos despierta.
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El shock al ver la sombra de Norman resulta bastante fuerte y la articulación de planos y contraplanos que muestran la cara de horror de Leigh es magnífica. |
"Dejé de ducharme, únicamente tomo baños de inmersión (...) me aseguro que las puertas y ventanas estén trabadas y dejo la puerta del baño abierta y la cortina de la ducha corrida. Siempre estoy mirando a la puerta, sin importar donde esté la cabeza de la ducha." (Traducción propia del artículo de New York Times). Dirá en "The Making of Psycho" (1997, L.Bozereau) que al verla se dió cuenta "cuan vulnerable e indefenso es uno".
El análisis de Leigh es bastante interesante para introducir el análisis. Estar en la ducha implica cierta vulnerabilidad: estamos sólxs con nuestro cuerpo, totalmente desnudos. Bañarse es un acto íntimo, de contacto y conocimiento de nuestro cuerpo. Es quizás uno de los pocos momentos de nuestra sobreexpuesta vida (claro que en la época que fue rodada no había tal exposición, al menos del sujetx de a pie) que no solemos mostrar. El ambiente familiar de la ducha -se dice que produce una sensación similar a la de estar dentro del embrión-, el agua caliente, nos relaja y hace que bajemos nuestra guardia.
Por lo tanto, la ruptura de tal intimidad y el tan salvaje ataque de Norman (Anthony Perkins) -posterior a espiarla por un agujero en la pared- resulta sin lugar a dudas perturbador. Quiere decir que ya no estamos a salvo en ningún lado, ni siquiera en ese lugar tan íntimo que frecuentamos cuando termina o empieza el día.
Leigh, en la misma entrevista también hace un análisis crítico de la escena muy interesante, el cual amplificaría el terror que genera: "Hay una luz, casi (...) celestial en Marion. Es como si estaba siendo purificada. Purgada. El agua, era como si hubiera sido bautizada. Ella no sólo estaba limpiando su cuerpo sino su suciedad interna."
En esta declaración, la escena adquiere un aspecto bíblico con la idea de purificación y bautismo.
Recordemos que en la charla con Bates, Marion sugiere su vuelta a Phoenix. Esta futura vuelta al hogar rompe o rompería con cierta potencia empoderada del personaje. La redención de Marion es aquí interrumpida por su súbita muerte que es a su vez la muerte del personaje central a media película, algo extraño para la época y quizás también para ahora.
Youtube), además de lo ya mencionado, es la poca vacilación de Norman para el asesinato y la cantidad de puñaladas que da, como por supuesto la edición y la música. El ángulo del cuchillo, como la parcial ocularización interna secundaria nos dan por momentos la idea de que somos nosotros quienes estamos cometiendo el asesinato, mientras que el picado de la cámara colabora con la intimidad y claustrofobia de la escena. Vemos en este mismo picado que Marion no está usando los dos brazos para defenderse de su atacante, sino que con uno cubre sus pechos, lo que parece hablar al menos de cierto pudor inconsciente. Esto refuerza la idea del cuerpo como privado, e íntimo, especialmente al estar situado en el baño. Para esto podemos pensar en la oposición a la primera escena, donde Marion está en corpiño en la cama -claro que no es lo mismo que estar desnuda completamente, pero se entiende el punto- con su amante y se la ve completamente cómoda.
El terror tiene la facilidad de torturarnos subvirtiendo lo sagrado, sea de una casa, una ducha, o hasta una Iglesia. En ningún lugar estamos a salvo y por eso la famosa escena de una película que va a cumplir 60 años sigue y seguirá vigente para nuevos públicos, aunque quizás la película en sí no sobreviva.
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