-First Man-
Duración: 141 Minutos
Dirección: Damien Chazelle
Guión: Josh Singer
Protagonistas: Ryan Gosling
Claire Foy (The Crown, Perturbada, La Chica en la Telaraña)
Jason Clarke
Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia
Del drama al musical, del musical al biopic: esos son los caminos de la persona más joven en ganar un Oscar al Mejor Director, Damien Chazelle. Aquí vuelve a trabajar con Gosling, en una historia basada en el libro "First Man: The Life of Neil A. Armstrong" de James R. Hansen.
En la primera escena de la película, vemos a Armstrong (Ryan Gosling) volando un avión cohete North American X-15. Ahí, nos percatamos de dos características importantes de la cinta: el marcado esfuerzo por conseguir un realismo cuasi documental y la ocularización interna primaria del personaje, que nos apunta una marcada subjetividad a lo largo de toda la cinta -señalada también en las ocularizaciones internas primarias-.
Filmada en 16, 35 y 70 mm, la sutileza de la fotografía, por el conocido Linus Sandgren (La la land, Joy, Escándalo Americano), nos trae ese increíble y azaroso analógico con código neorrealista que no se ve mucho actualmente.
Los efectos visuales van en sintonía fina con la fotografía: logrando una plausibilidad extraordinaria -plausibilidad que se logra empastando archivos fílmicos reales, también-. Eso también es producto del fino y artesanal diseño de producción (Nathan Crowley) y dirección de arte (Erik Osusky).
Podemos decir que el presupuesto no es tan significativo como parece: yo especulé -cosa que suelo hacer- con algo así como 100 millones de dólares, mientras se gastaron unos "austeros" 60. Tal dato da cuenta de un trabajo bastante efectivo. Y, si hablamos de efectividad, el sonido está muy logrado: tanto en su diseño, como en su mezcla (Mary H. Ellis).
La música, aunque con reminiscencias evidentes de 2001: Odisea al Espacio (Kubrik, 1968), cuenta con el buen trabajo de Justin Hurwitz, quien trabajara con el director en Whiplash (2014) y La la land (2016).
A pesar de todos estos logros a nivel visual y sonoro, los 141 minutos del film se sienten bastante como espectador: hay caídas de ritmo, tensión no del todo lograda, y demasiado prólogo para una misión que ya sabemos como termina.
A nivel performativo, quien más brilla, en la opinión de este humilde escritor, es Claire Foy. La inglesa está un escalón más arriba del canadiense, que sin embargo no tiene un mal trabajo -sinceramente no es un actor de mis preferidos, quizás por el poco riesgo de sus roles, o una versatilidad dudosa-.
Para cerrar esta reseña, podemos decir que para quien no vivió el alunizaje resulta una simulación de experiencia bastante estimulante y para quien si la vivió quizás pueda traer recuerdos alegres.
Para quienes soñamos con explorar el cosmos y nos sentimos pequeñxs cuando miramos las estrellas, es casi una cita obligada esta película cuyas virtudes superan significativamente a sus defectos.
Mi Calificación: 7,50 (siete y medio) Buena