In a Valley of Violence (2016):
Duración: 104 Minutos
Director/a: Ti West (The House of the Devil, The Innkeepers, The Sacrament)
Guión: Ti West
Actores/actrices: Ethan Hawke (Día de Entrenamiento, Antes del Atardecer, Boyhood)
John Travolta (Grease,Tiempos Violentos, Rescate del Metro 123)
Taissa Farmiga (Adoro la Fama, The Final Girls, 6 Years)
Mi Calificación: 6 (seis) Buena
Ethan Hawke quería hacer un Western (antes de hacer el remake de Los Siete Magníficos, ese mismo año, claro), por lo que Ti West fue a verlo al teatro donde interpretaba Macbeth y le contó sobre el proyecto en el cual Ethan terminaría embarcándose. Ti, no sólo se encargó de escribir y dirigir la película, sino que haciendo gala de su polifuncionalidad, también se ocupó de editarla y producirla. En 25 días ya estaba filmada la fotografía principal, hecha en Santa Fe, Nuevo México.
Todo empieza con un golpe, uno bien dado, quirúrgico. Ese golpe de Paul a Gilly desencadenará una venganza, que como buena película norteamericana llevará a otra venganza. La vendetta es el gran tema de In a Valley of Violence, algo bastante visto en Hollywood pero que siempre da tela para cortar. No se puede decir que la película de Ti West tenga manteca para tirar al techo, pero éste limitado Western, da en el clavo con algo a la vez simple pero complejo: entretener. Si bien, la fórmula argumental es predecible y clásica, logra llevarte del punto A (inicio de la película) al punto B (fin de la película) de forma cómoda. ¿Por qué funciona? Eso no es fácil de saber, quizás sea por la empatía que generan los personajes -el muy querible Abbie, por ejemplo, interpretado por el perro entrenado Jumpy- o el nihilismo de los diálogos que nos meten en un ambiente fronterizo donde no hay grandes expectativas para el futuro o el presente mismo.
El personaje y la actuación de Ethan Hawke, es bastante similar a su trabajo en Los Siete Magníficos, pero parece quedarle bien la horma del zapato. Ninguno de los otros actores o actrices la descocen, pero sí destaca, Burn Gornman, con el simpático personaje de Priest, un hombre de fe de botellas tomar. La tensión está bien aplicada cuando es necesaria, y las situaciones de violencia o empatía también están exitosamente generadas. Puede criticarse su excesiva simpleza argumental, generadora de lugares comunes, pero resulta pretencioso esperar demasiado de un estilo claramente marcado por el modo de representación clásico. Nos suelen gustar los Westerns por la simpleza de sus resoluciones, no por la maestría argumental o grandes actuaciones.
Las locaciones (Paul B. Roberts) representan bien la típica simpleza y austeridad de los paisajes del viejo oeste, que en éste caso sin ser muy llamativos, cumplen bien su función junto a un espartano diseño de producción (Jade Healy). In a Valley of Violence, no promete más de lo que es: una película de distribución limitada en pantalla grande y pensada para el on demand. Ésto no significa, sin embargo, que hay que menospreciarla por ese hecho -a ninguna película- sino apreciarla por lo que es: un simpático Western de limitado presupuesto. Simpatía que la película ayuda a generar desde muy temprano, con unos creativos títulos de apertura, por ejemplo.
¿De qué trata?:Una pelea de puños desencadena la locura y una sangrienta venganza en el pueblo de Denton.
Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia (en Inglés)
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