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lunes, 26 de febrero de 2018

Llámame por tu nombre (2017)
-Call Me by Your Name- 

Duración: 132 Minutos
Dirección: Luca Guadagnino (The Protagonists, El Amante, Cegados por el sol)
Guión: James Ivory
Actores/actrices: Timothée Chalamet (Navidad con los Cooper, Miss Stevens, Lady Bird)
Armie Hammer
Michael Stuhlbarg


Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia

La tercera y última parte de la trilogía "Deseo" de Luca Guadagnino, cuyos anteriores exponentes fueron Cegados por el sol (2015) y El Amante (2009). Basada en la novela homónima de André Aciman, sabemos que el director desea estrenar una secuela en el 2020. La cinta fue nominada a cuatro Oscars -entre ellos Mejor Actor, más que merecido, para Chalamet- y ganó el BAFTA a Mejor Guión.

Habiendo visto la segunda película de la trilogía "Deseo" con anterioridad, podemos decir que su sucesora tiene tal sensación al pie del cañón. Cuerpos bellos, jóvenes y en traje de baño se desplazan sensualmente por un norte de Italia de ensueño -agradezco las magníficas locaciones como la Catedral de Crema o las Grutas de Catullus-. Escenas cargadas de un pictórico erotismo nos muestran la relación entre el amante (Chalamet) y el amado (Hammer). El primero, Elio, -muy sólidamente interpretado por Chalamet- se muestra algo tímido pero directo, le pregunta a Oliver: ¿Es mejor hablar o morir? Lo mira de forma deseosa al amado -representado adecuadamente, gracias a un crescendo dramático de Armie Hammer-, quien se muestra arrogante, con una postura erguida, su particular porte y que saluda con un despreocupado "later" a todo el mundo.
Ninguno de los actores y actrices gravitarán tanto como los ya mencionados protagonistas, si bien hay un buen trabajo de Michael Stuhlbarg, como Mr. Perlman, un educado y comprensivo padre.


Call Me by Your Name es un viaje en distintos sentidos. Esto se puede apreciar en la lograda fotografía (Sayombhu Mukdeeprom) hecha en 35 mm, como en la música (Sufjan Stevens). El guión a su vez tiene algo de poético y bastante de romántico, aunque las citas a Heidegger y Heráclito, además de a compositores clásicos resulten algo pomposas. Sumado a la belleza visual de las locaciones de los actores y actrices, el vestuario también cumple su parte (Giulia Piersanti) con esa vestimenta fina y ochentosa. El tono intimista de la historia no sólo hace enamorarnos de los personajes, sino también ir evolucionando con ellos, y en cierta medida identificarnos con algunas situaciones. El recuerdo de algún romance de verano, el enamoramiento hacia alguna persona mayor, son grandes tópicos a evocar, de forma intencional o inintencional.
 

Desearía en gran medida que Chalamet, recibiera un Oscar por su magnífica actuación en un rol tan complejo y demostrando gran potencial siendo aún tan joven, pero Gary Oldman suena muy fuerte para la estatuilla, por la transformación que requirió su papel. Sin embargo poco importa cuantos premios gane la película, porque siempre va a seguir siendo una perla tan valiosa como las estatuas que encuentra Mr. Perlman en el mar.

Mi Calificación: 8 (ocho) Muy Buena 

sábado, 24 de febrero de 2018

La Forma del Agua (2017):
-The Shape of Water-

Duración: 123 Minutos
Dirección: Guillermo del Toro (Hellboy I, II; El Laberinto del Fauno; Crimson Peak)
Guión: Guillermo del Toro
Actores/actrices: Sally Hawkins 
Michael Shannon 
Richard Jenkins (Visita Inesperada, Quémese Antes de Leer, Bone Tomahawk)



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Pasó algo muy peculiar con el drama de GDT (Guillermo Del Toro), apenas estrenada, se corrió el rumor de que el título fue traducido en España como "Las flipantes aventuras de Joaquín, el humanoide sardina". Hecho que resulta bastante tragicómico, pero que sin embargo es falso. La Forma del Agua se puso en la línea de Lo que el viento se llevó (1939), Shakespeare Apasionado (1998), y Forrest Gump (1994), con 13 nominaciones al Oscar, claro que todavía falta saber cuantas estatuillas se llevará.


El particular tratamiento de los espacios en The Shape of Water nos hace sumergirnos -por qué no- en ambientes que pueden ser sórdidos y a la vez íntimos. En el mundo de GDT, los malos suelen ser muy malos, aquí se evidencia en la gran personificación de Michael Shannon como Richard Strickland -repítase el conjuro para Crimson Peak, con una escalofriante Jessica Chastain-. Los otros dos personajes centrales, Elisa Esposito (Sally Hawkins) y Giles (Richard Jenkins), son en cierta forma inadaptados, rechazados o invisibilizados por una sociedad ocupada únicamente en mirar su propio ombligo. El trabajo de Hawkins está a la altura de sus nominaciones, mientras que Jenkins tiene un buen trabajo. Resultaría injusto sin embargo, no destacar el complejo trabajo corporal de Doug Jones, como Amphibian Man. Tipo de rol al que Doug está acostumbrado -lo que no significa que no sea un desafío, igualmente-, con trabajos similares en obras de GDT como Hellboy I, II, o hasta su actual rol en Star Trek: Discovery, como Saru.

GDT quería Elisa tuviera cierto aspecto mundano, pero
a su vez una belleza etérea. Y podemos afirmar que
Sally Hawkins logra perfectamente el cometido. 
Probablemente lo que da parcial merecimiento a La Forma del Agua sea la historia de amor entre inadaptados, quizás porque en cierto sentido de alguna forma u otra nos sentimos así. La idea de que hay un amor posible para todos es sinceramente conmovedora, y es un mensaje muy positivo para la humanidad en general. Aquí el monstruo no es Amphibian Man, sino Richard Strickland un militar dispuesto a todo. En el anterior párrafo señalé la particular creación de espacios, también vital para el desarrollo de escenas intensas, tal como la de Michael Shannon y Michael Stuhlbarg bajo la lluvia, en exteriores. Todo esto se logra gracias a un intenso diseño de producción (Paul D. Austerberry), y diseño de arte (Nigel Churcher), dos elementos que a su vez tendrían poco valor sin una lograda fotografía (Dan Laustsen). La cámara demuestra una movilidad sorprendente, como armónica, y hay un gran manejo de la luz -no olvidemos tampoco la complejidad de las tomas acuáticas-.


La música, a cargo de Alexandre Desplat, tiene cierta función cohesiva, es decir, ayuda a unir partes de la película que sin embargo parecen resquebrajarse. Esto, claro, no es el culpa de la música, sino quizás de tomas intimistas, pero poco necesarias. El guión por otro lado emana cierta melancolía y nostalgia que no parecen tener un sentido profundo, sino que parecen estar en sí mismas únicamente, lo que le quita cierta contundencia al mensaje de la cinta -en el caso de haber un mensaje-.
Quizás la película de GDT, no pueda llegar a cumplir las expectativas de un film nominado a 13 Oscars, por momentos. Sin embargo no es una película vacía, sino que tiene un mensaje pequeño pero contundente, y técnicamente se presenta bien lograda. Pasada la decepción inicial de colmar unas exageradas expectativas, y pasado un momento de reflexión, se puede encontrar elementos parciales de una gran película. Claro que entender a GDT suele ser un desafío.

Mi Calificación: 7 (siete) Buena

lunes, 19 de febrero de 2018

Liga de la Justicia (2017):

Duración: 120 Minutos
Dirección: Zack Snyder
Guión: Chris Terrio
Joss Whedon
Actores/actrices: Ben Affleck
Gal Gadot
Jason Momoa (Game of Thrones, Conan the Barbarian (2011), Amores Caníbales)




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Con guionistas importantes como Chris Terrio -ganador del Oscar a Mejor Guión Adaptado por Argo (2012)- y Joss Whedon -nominado al Oscar a Mejor Guión Adaptado por Toy Story (1995) y escritor de The Avengers (2012) o The Cabin in the Woods (2012)- Zack Snyder vuelve para la quinta película del DCEU (DC Extended Universe) -ya habiendo dirigido para tal universo El Hombre de Acero (2013) y Batman v Superman: El origen de la justicia (2016)-.


La pregunta para hacerse después de ver Justice League es la siguiente: con un buen director -al menos considero que hizo un buen trabajo en Watchmen (2009) y 300 (2006)-, un elenco de renombre, aclamados guionistas y un presupuesto de 300 millones de dólares -la tercera película más cara de la historia- ¿cómo puede haber salido todo mal?
El guión es insulso y delirante como un CGI falto completamente de armonía, acompañado a una amateur edición. No sólo tiene algo de insulso la historia, sino de inverosímil, de carencia de recursos y de marcha lenta. Claro que parece seguir los pasos de su antecesora Batman v Superman (2016), sin embargo esta parecía tener cierta filosofía y coherencia estética. Aquí no hay tal coherencia, y se intenta recurrir a un humor bastante artificial y poco exitoso, soltado principalmente a través de los diálogos proferidos por Ezra Miller, uno de los pocos que se salvan de la picota actoral junto a Jason Momoa y Gal Gadot.


Quizás en uno de los pocos aspectos en donde se nota que hay un presupuesto bien gastado es en el trabajo de vestuario (Michael Wilkinson), con un hermoso traje de Flash, figura que a su vez se presenta como uno de los pocos personajes interesantes, y que convocaría para ver sus futuras acciones. La música, a cargo de Danny Elfman, también tiene sus logros, cosa igualmente común en los trabajos del compositor, que pocas veces desentona. Poco más hay para decir de la película en general, pero ser optimista es interesante una de las escenas correspondiente a la muerte de Superman donde en vez de mostrarse un ataque terrorista cometido por un musulmán, se muestra un ataque xenofóbico cometido hacia uno, o una en este caso. También hay un bellísimo Mercedes-Benz BGT, hecho especialmente para la película, y conducido por Bruce Wayne que hace delirar, junto al Clase E convertible de Diana Prince, que sin embargo evidencian un claro PNT.


Sabemos que la agenda de DC está apretada, con películas como Aquaman que se estrena este año o Shazam! y Wonder Woman 2 para el siguiente, sumadas a Ciborg y Green Lantern Corps para 2020. Quizás no sea negativo mirar cautelosamente los desarrollos de las historias individuales futuras, para intentar recibir con ánimo la futura entrega de Justice League, que igualmente promete poco por ahora.

Mi Calificación: 4,50 (cuatro y medio) Regular 

jueves, 15 de febrero de 2018

Pantera Negra (2018):
-Black Panther-

Duración: 134 Minutos
Dirección: Ryan Coogler
Guión: Ryan Coogler
Joe Robert Cole
Actores: Chadwick Boseman (42, Get on Up, Capitán América: Civil War)
Michael B. Jordan
Lupita Nyong'o (12 Años de Esclavitud, Star Wars: El Despertar de la Fuerza, Reina de Katwe)



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El debut solista del héroe wakandiano que apareció en Capitán América: Civil War (2016), viene de la mano de un director joven y fresco, con sólo dos películas en su haber, en las cuales actúa su actor fetiche Michael B. Jordan -hablamos de Fruitvale Station (2013) y Creed (2015)-. La 18° película del MCU nos trae la historia de T'Challa, rey y superhéroe de Wakanda, la tierra del Vibranium.


El inicio de Black Panther nos trae una historia animada de los inicios de Wakanda, donde destaca  la idea de que la vida surgió en África -la humanidad, específicamente-, rivalizando con la idea del hombre blanco como principio de todo. El film no tiene pelos en la lengua: llama a occidente por su nombre "conquistadores", no tiene problema en mostrar a estadounidenses como villanos o implicados en actividades ilegales y enseña un póster de Public Enemy. La mitología de la historia, elegir el continente africano para su desarrollo -tristemente no se filmó en África sin embargo- y tener un elenco "all black" -sin contar a Martin Freeman y a Andy Serkis, claro- son ideas refrescantes para el blanco y americano mundo de los superhéroes. La mujer aquí cumple un rol fuerte -subordinada de todas formas a un rey hombre-, siendo que Dora Milaje, el ejército del rey, está compuesto únicamente por mujeres. Quienes no tienen problemas en surtir a la mayor cantidad de hombres posibles, tal como lo hace Okoye (Danai Gurira) en la escena del Casino clandestino en Busan.


La mitología de la cinta no sería posible sin los importantes elementos visuales aportados. Vemos todo el esplendor de África mediante increíbles vestidos (Ruth E. Carter), creativos maquillajes (Richard Alonzo) y una buena fotografía -aunque bien retocada, como dicta la costumbre en estas películas- (Rachel Morrison). Sería injusto no pensar en lo increíble de los escenarios, que despliegan una especie de Dubai con estilo tecno-africano -hablamos de Wakanda, por supuesto,-, mérito del diseño de producción (Hannah Beachler) como de la dirección de arte (Alan Hook). La música (Ludwig Göransson) también juega un papel importante en este seteado fresco, evitando la tradicional orquestación heroica y el rock de los setenta, para  incluir ritmos más correspondientes a África, con una hipnótica percusión.  La historia quizás no es el fuerte de la película -probablemente por cierta falta de dinámica, y la condensación de una escena final de pelea tediosa-, sin embargo los conflictos morales entre los personajes y la inclusión de Everett K. Ross (Martin Freeman) mantienen el interés del público a flote.


Otro aspecto destacable de la mencionada producción es el importante elenco, que incluye a dos nominados al Oscar: Daniel Kaluuya y Angela Bassett, como a dos ganadores del mismo: Lupita Nyong'o -Mejor Actriz de Reparto por 12 Years a Slave (2013)- y Forrest Whitaker -Mejor Actor por El Último Rey de Escocia (2006)-. Las performances son buenas, quizás no tanto como el nivel potencial de los actores y actrices, pero es algo esperable en películas que requieren más esfuerzo físico que dramático. Lo más atractivo de Black Panther es principalmente su ideología, cosa destacada a la ligera por el público en general, pero que en realidad es bastante profunda. El guión no sigue esa revisión que se está haciendo en películas de superhéroes actuales, de hecho es bastante clásico, pero la producción agarra su mano rápidamente antes de caer.

Mi Calificación: 7 (siete) Buena 


miércoles, 14 de febrero de 2018

Lady Bird (2017):

Duración: 94 Minutos
Dirección: Greta Gerwig (Noches y Fines de Semana)
Guión: Greta Gerwig 
Actores/actrices: Saoirse Ronan
Laurie Metcalf (Tío Buck al Rescate, Scream 2, Georgia Rule) 
Beanie Feldstein (Buenos Vecinos 2, The Female Brain)




Lady Bird es una particular comedia que significó el debut de Greta Gerwig como directora -antes había co-dirigido unicamente-. Gerwig, es escritora y actriz de televisión y teatro, participando del subgénero independiente estadounidense Mumblecore principalmente como actriz, además de haber trabajado varias veces con Noah Baumbach. Nominada a 5 Oscars, el film tiene la particularidad de tener en el elenco a Timothée Chalamet, que también actuó en Call Me by Your Name, nominada a cuatro Oscars -entre ellos Mejor Actor para Chalamet-. 


Raras veces una comedia es nominada a un Premio de la Academia, bastante menos a cinco. Podemos decir que Lady Bird no es una comedia tradicional, yo cínicamente pienso que tiene poco de comedia -la risa está ausente en general, salvo en tramos cortos muy específicos, como cuando entra el nuevo director de teatro en la escuela-. Quizás podría pensarse más como un drama o como mucho una comedia dramática, que inevitablemente me recuerda a Boyhood (2014). Claro que la cinta no tiene los méritos artísticos del film de Linklater -aunque no creo particularmente que tenga muchos- o el trabajo de Patricia Arquette. Igualmente no quiero echar a menos la performance de Saoirse Ronan, que cumple exitosamente con su trabajo, a pesar de representar a una joven de seis años menos su edad -de cierta forma no se ve creíble o no aparenta la edad presentada-, tampoco hay que quitarle méritos a Beanie Feldstein, quien para mí tiene el papel más complejo y quizás mejor representado. El trabajo de Laurie Metcalf, que le valió un pilón de nominaciones -Oscar, BAFTA y Golden Globe entre otros- difícilmente está a la altura de tales méritos, aunque no haga mal su papel de madre rígida y con problemas emocionales. 


El tono del guión es quizás lo más confuso de la intención de Lady Bird, quizás tanto como el nombre de la protagonista. Si bien tiene un tono tierno, y a veces filoso, se queda a medio camino entre la comedia y su estilo lírico, pero principalmente su objetivo o metasentido no se presenta claro, o no se presenta directamente. Es difícil entender a que apunta la directora, pasando el nivel de superficial de interpretación -la vida de una adolescente en sus años finales de preparatoria-, si a un elogio de Sacramento, a provocar emociones fuertes u otra intención oculta, nada ayudado por un final demasiado inconcluyente. El estilo indie/alternativo si queda reflejado gracias al buen soundtrack (Jon Brion). Si queremos pensar en cosas meritorias de la cinta sí podemos decir que la historia hace un importante énfasis en mostrar a una familia proletaria, e intentar reflejar cierto contenido social -se habla del aborto en una parte-, sin embargo es algo que se encuentra mediante un hilado más bien fino y no es algo central de la trama. Es meritoria también la reunión de un elenco joven con potencial importante y actualidad: Saoirse Ronan tiene con esta película tres nominaciones a los Oscars, tenemos a Timothée Chalamet nominado este año y con gran actualidad, y nada menos que a Lucas Hedges, nominado al Oscar como Mejor Actor de Reparto por Manchester by the Sea (2016). 


Probablemente Lady Bird siga el camino de películas como Nebraska (2013), El Lobo de Wall Street (2013), Temple de Acero (2010) o Escándalo Americano (2013), las cuales fueron nominadas a una exagerada cantidad de Oscars y no se llevaron ninguno. Esto lo digo sin mala intención, pero son cosas que suceden cuando se reparten nominaciones a diestra y siniestra. Probablemente esta película capte algún público alternativo/indie, de hecho es la película distribuida por A24 con mejor recaudación, pero sin embargo yo no veo méritos para una estatuilla dorada, ni tampoco para catalogarla como una película imperdible. 

Mi Calificación: 5 (cinco) Regular



 

lunes, 12 de febrero de 2018

15:17 Tren a París (2018):
-The 15:17 to Paris-

Duración: 94 Minutos
Director/a: Clint Eastwood 
Guión: Dorothy Blyskal
Actores/actrices: Alek Skarlatos (Película Debut)
Anthony Sadler (Película Debut)
Spencer Stone (Película Debut)





Una historia real contada por sus protagonistas -la historia está basada en el libro "The 15:17 to Paris: The True Story of a Terrorist, a Train, and Three American Soldiers" escrito por Alek Skarlatos, Anthony Sadler, Spencer Stone y Jeffrey E. Stern- y también actuada por ellos. Pocas veces se da la posibilidad de que tres héroes reales protagonicen una cinta, a pesar de resultados dispares. La película número 36 dirigida por nuestro nacionalista cowboy sigue el estilo biográfico de sus anteriores cuatro películas: Sully (2016), American Sniper (2015), Jersey Boys (2014) y J. Edgar (2011).


Es inevitable percibir a simple vista una fuerte propaganda de la película hacia el catolicismo, el nacionalismo y la guerra. De hecho por momentos la cinta parece filmada para el ejército estadounidense. No sólo tiene tales ridiculeces el guión, sino que también tiene frases como: "My God is bigger than your statistics" (Mi Dios es más grande que tus estadísticas), que nos hace recordar al estilo simplón de American Sniper (2015). Sin embargo 15:17 Tren a París, logra trascender por momentos esas debilidades, para convertirse en una historia de superación personal y heroísmo, de personas que eran consideradas incapaces por una sociedad exitista y farmacologizada, para luego convertirse en salvadores. Hay cierto humor presente en la historia también, cosa que le da cierta inteligencia, al menos superficial. Parte de lo que hace al fin de la narración, es su capacidad para entretener al espectador, a pesar de algunas escenas inconexas. 


El nivel performativo de la película es bajo, entendible en un elenco cuyos tres protagonistas no son actores profesionales -pienso igualmente que la elección del director es acertada, para dar cierto "realismo"- no muy entendible en los demás profesionales. A nivel formal no encontramos muchos problemas, tanto por la significativa experiencia del director en tales asuntos, evidenciado en una buena fotografía (Tom Stern), por ejemplo, y en el cómodo presupuesto de 30 millones de dólares que se manejó, reflejando diversas y bellas locaciones. Como dato de color es interesante la elección de posters del cuarto de Spencer Stone, que no sólo tiene uno de Full Metal Jacket (1987), sino también posee otro ridículamente autoreferencial de Letters from Iwo Jima (2006).


The 15:17 to Paris no es una de las mejores películas del octagenario director americano, como A Million Dollar Baby (2004) o Mystic River (2003), sin embargo se las ingenia para presentar una historia real de forma entretenida, quizás en correspondencia con el anticuado y algo xenófobo nacionalismo del director -combinado con cierto machismo old school también- expresado en American Sniper (2015) o Gran Torino (2008).

Mi Calificación: 6 (seis) Buena

domingo, 11 de febrero de 2018

Thor: Ragnarok (2017):

Duración: 130 Minutos
Director: Taika Waititi (Boy, What We Do In The Shadows, Hunt for the Wilderpeople)
Actores: Chris Hemsworth
Tom Hiddleston (Thor I, II; Solo los Amantes Sobreviven, Kong: La Isla Calavera)
Cate Blanchett




Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia

Tercera entrega de nuestro blondo y barbudo héroe asgardiano, a cargo de Taika Waititi, director indie neozelandés con un estilo cómico bastante particular. Sin Natalie Portman, pero con la vuelta de Anthony Hopkins -primero reticente a aceptar el papel-, y la presentación de Dr. Strange en un más amplio MCU.


Ya las primeras escenas de Thor: Ragnarok presentan un cambio, con ruptura de la cuarta pared, cierto estilo cómico deadpooliano, y claro, la increíble canción de Led Zeppelin, Inmigrant Song, que queda a la perfección con las escenas de acción. Ese cambio respecto al estilo de las dos anteriores películas puede generar cierta reticencia -lo hizo en mí, parcialmente- al comienzo, pero después utiliza en menor medida esos recursos y saca a pulir un gran guión, con personajes fuertes, vueltas de tuerca y diálogos significativos. Quizás vemos a un Thor no tan formal, como en las anteriores entregas, siguiendo el tono relajado de la película en general. Sí se muestra a un gran Loki, una inteligente Hela y un simpático Korg. Gracias a este guión destacan Hiddleston, Thessa Thompson y especialmente Cate Blanchett. Los elogios quedan para la blonda actriz por la valentía de tomar el papel de villana en una película de superhéroes, no muy común elección en una ganadora de dos Oscars -rol para el cual fue convencida por uno de sus hijos-. Por supuesto que la debida personificación de la diosa de la muerte la hace muy bien.


Otro aspecto destacable a nivel guión es el crecimiento que presenta el personaje de Hulk, teniendo a diferencia de anteriores películas algo más para decir, ahora con voz de Mark Ruffalo, en vez de Lou Ferrigno. Otra cuestión destacable es haber evitado una escena final de pelea demasiado larga, al estilo Avengers, dejando lugar a una resolución dramática e inteligente,que muestra la frescura del director. La película de Waititi, contó con el sorprendente presupuesto de 180 millones de dólares, esa gran inversión da sus frutos en el cuidado uso del CGI, bastante armónico en general, como en un buen diseño de producción (Dan Hennah y Ra Vincent) y el creativo trabajo del departamento de arte (Bill Booth, Brendan Heffernan, entre otros).
Sería injusto, por otra parte, dejar de lado los grandes trabajos de peinado y maquillaje (Joe Whelan, Carla Vicenzino, Shay Lawrence, entre otros).


Thor: Ragnarok, es diferente a sus dos sucesoras, de las cuales, personalmente me gusta más la primera que la segunda. La tercera entrega fue un poco sobrestimada, diciéndose o pudiéndose pensar que es el futuro para este tipo de películas. En mi opinión, la película no es ni chicha ni limonada respecto al estilo, que me parece respetable -no me parecieron interesantes, algunas similitudes con Deadpool, de todos modos-. Pero no deja de ser una cinta sorprendentemente interesante para ser una tercera entrega, momento que suele presentar dificultad para algunas franquicias.

Mi Calificación: 7 (siete) Buena

sábado, 10 de febrero de 2018

Cincuenta Sombras Liberadas (2018): 
-Fifty Shades Freed-

Duración: 105 Minutos
Director/a: James Foley (At Close Range, El Precio de la Ambición, Cincuenta Sombras Más Oscuras)
Guión: Niall Leonard
Actores: Dakota Johnson (Need for Speed - La Película; Cincuenta Sombras I,II; Pacto Criminal)
Jamie Dornan (Cincuenta Sombras I,II; Anthropoid; Las 9 vidas de Drax)
Eric Johnson (Smallville, The Knick, Cincuenta Sombras II)

Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia

James Foley vuelve a la silla de director para la tercera y última entrega de la trilogía erótica basada en los libros de E.L. James. En Argentina tuvimos el "privilegio" de que la película fuera estrenada un día antes que en Estados Unidos. La glamorosa fotografía principal de la cinta fue realizada en París y Vancouver simultáneamente, también incluyó algunas tomas en Niza.


Las escenas de la Luna de Miel entre Christian y Anastasia al principio de la película, parecen sacadas de una revista "femenina" al mejor estilo OHLALA! o Nosotras, lo que da cuenta no sólo de lo pésimamente mal filmadas que están, sino de una construcción del deseo muy particular. Probablemente -aquí hago un esfuerzo hermenéutico, para entender- el público hacia el cual está dirigida la película sea lector de este tipo de revistas. Por lo que se ve un sistema de creencias en Cincuenta Sombras Liberadas que reafirma con convicción el patriarcado, el matrimonio, la bigamia y el capitalismo. Todos grandes sistemas opresores de la mujer, claro está que Anastasia es oprimida por su posesivo, controlador y casi psicópata marido, a pesar de tratar de mantener una independencia débil de él. Curiosamente la cinta intenta mantener un mínimo nivel de reflexión sobre el casamiento, al evaluar el futuro compromiso de Elliot, hermano de Christian, con Katherine, mejor amiga de Anastasia.


Si bien señalé lo pésimamente filmadas que aparecían las escenas de la luna de miel, no se puede decir lo mismo de una fotografía aceptable (John Schwartzman), acompañada visualmente de buenas locaciones -las de París muy clichés- y diseño de producción (Nelson Coates). Todo buen fierrero babea con el R8 de Christian, por otro lado, aunque nos recuerda a la gran propaganda que se le hace a la marca de los cuatro círculos. Repasando los elementos ideológicos, estos están sustentados por un guión torpe, frases colgadas, y un humor con más errores que aciertos. Por supuesto que el elenco colabora en sostenerlo mediante malas actuaciones, en especial las de los dos protagonistas, con su falta de química -aspecto que mejoraron un poco respecto a las anteriores películas, igualmente-.Las escenas de sexo, incorporan un poco de sutileza respecto a las anteriores películas -evitan por ejemplo mostrar al actor con las manos en el miembro, cosa que carecía de gracia, no por una cuestión moralista, sino estética-, y hasta algunas generan cierto erotismo, a pesar de que algunas causen risa o tedio -sumado a los gemidos y movimientos espasmódicos de Dakota Johnson, aún cuando no parece ser tocada por Jamie Dornan-.


Un elemento presente en gran parte de las secuencias es la ostentación, aspecto por momentos innecesario y poco agradable, como la justificación de la misma. Es díficil identificarse con los problemas de la burguesía mientras toman vacaciones en Aspen, claro está que intenta mostrar esas situaciones de forma aspiracional/onírica, especialmente para un público femenino que debería soñar con ese rico y patriarcal sádico, que la llevará de luna de miel a Niza.
No podemos decir nada negativo de la música, compuesta por Danny Elfman -usual colaborador de Tim Burton-, que no sólo tiene letras adecuadas a las situaciones, sino que también sus melodías, incluyendo además a la crème de la crème del pop con artistas como Sia, Liam Payne, o Ellie Goulding. La tercera entrega de Cincuenta Sombras presenta una leve mejoría respecto a las anteriores entregas -es bastante mejor que la primera sin dudas-, sin embargo no deja de ser un film erótico amateur, lleno de inconsistencias, y una ideología bastante perversa -no refiero para nada con esto a las escenas de sado-masoquismo mal logradas-.

Mi Calificación: 4 (cuatro) Regular


jueves, 8 de febrero de 2018

Las Horas Más Oscuras (2017):
-Darkest Hour-

Duración: 125 Minutos
Director/a: Joe Wright
Guión: Anthony McCarten
Actores/actrices: Gary Oldman
Lily James (La Cenicienta (2015), Orgullo + Prejuicio + Zombies, Baby Driver)
Ben Mendelsohn 




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Drama histórico nominado a seis Oscars. Como dato de color, Gary Oldman fumó cerca de 400 cigarros para su papel, lo que le produjo envenenamiento por nicotina, muestra quizás del elevado compromiso del actor con su rol.


Como argentino viendo esta película me hace pensar en la paradójica situación de Gran Bretaña luchando contra una fuerza invasora, país que no sólo intentó invadirnos dos veces, sino que exitosamente se apoderó de Malvinas. Hecho curioso también es uno de los carteles finales de la película, donde señalan que Gran Bretaña acabó con el facismo, junto a sus aliados. Ignorando intencionadamente al país que llegó primero a Berlín y cuyas víctimas ascendieron a 8,7 millones,  la Unión Soviética, que no es mencionada en toda la película. Sin embargo, no puede no resultar conmovedora, hasta las lágrimas, la escena donde civiles británicos, juran combatir el facismo hasta las últimas consecuencias, y evitar pactar con los nazis. Darkest Hour es una película de gran belleza poética, tanto visual como emocional -reflejada en la escena del subterráneo-.


La poética visual,  se ve reflejada en varias escenas, acaso la que más recuerdo, hecha mediante un travelling que refleja las caras de los pedestres británicos, a través de lo que parece ser un plano subjetivo, centrado en la mirada de Churchill. La escena final, también tiene su mérito en este sentido, a pesar de su pomposa orquestación. Me veo obligado entonces a hablar de la gran puesta en escena de la película, mérito para el director, pero también para un gran diseño de producción (Sarah Greenwood) y fotografía (Bruno Delbonnel) -especialmente por el esfuerzo en planos cortos y el manejo de la luz o su falta de ella-. Si distintos planos presentan un marcado tono subjetivo, también lo hace un muy pulido diseño de sonido (Paul Carter). Pensar en Winston Churchill, implica distintos niveles de apreciación, tanto su particular humor inglés e ingenio -logrado mediante un inteligente guión-, como su forma de vestir -hay un buen trabajo de vestuario (Jacqueline Durran)- y su aspecto físico -agradezcamos a un notable peinado y maquillaje (Kazuhiro Tsuji, David Malinowski y Lucy Sibbick). De lo demás se encarga magníficamente Gary Oldman, con un alucinante compromiso representativo, y físico más que digno de un Premio de la Academia.


Las Horas más Oscuras no sólo es un película visual y técnicamente sobresaliente, sino que tiene un poder emocional de tremenda magnitud. Además de hacernos respetar y temer a un controvertido personaje -gran mérito de Oldman en esto- también nos muestra su fibra más íntima, mezclado a la vez con un maquiavélico escenario político donde los enemigos se presentan hasta en el mismo partido de nuestro protagonista.

Mi Calificación: 8 (ocho) Muy Buena

domingo, 4 de febrero de 2018

The Post (2017):

Duración: 116 Minutos
Director/a: Steven Spielberg
Guión: Liz Hannah
Josh Singer
Actores/actrices: Meryl Streep
Tom Hanks
Bob Odenkirk (Breaking Bad, Nebraska, Better Call Saul)




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Ficha en Wikipedia

El primer trabajo conjunto entre Meryl Streep y Spielberg, llevó a la actriz a su 21° nominación al Oscar, premio al que también fue nominada la cinta como Mejor Película. The Post describe la publicación de los Papeles del Pentágono publicados en 1971 por el Washington Post y el New York Times.


Los thrillers/testimoniales políticos son una de las ramas en que Spielberg se maneja con cierta comodidad: tanto por trabajos como Puente de Espías (2017), Lincoln (2012) o Munich (2005). The Post es otro thriller político, y de eso da cuenta un gran trabajo de edición que el director, junto a sus editorxs (Sarah Broshar y Michael Kahn) maneja con facilidad -no se puede evitar de todas formas, cierta arritmia en las casi dos horas del film-. El trabajo fotográfico (Janusz Kaminski) facilita la plasticidad de la imagen a través de fluidos travellings, y el sonido nos interioriza en el drama político a través de impresionantes overs que recrean conversaciones del presidente Nixon.


Por supuesto que The Post no sería nada sin una de las preguntas más relevantes para un diario: ¿Decir la verdad sobre un asunto delicado de gobierno o silenciarse para evitar incomodidades políticas y financieras? Porque claro, en el momento que se filtran los Papeles del Pentágono, el Washington Post estaba pasando a ser una empresa con acciones públicas, por lo tanto, cierto descalabro podría generar un retiro de inversores y llevar el diario a la quiebra. Meryl Streep, es el centro de atención en este dilema, interpretando a Kay Graham, dueña del diario, y se la ve muy bien sopesando la difícil pregunta ya mencionada -oscurecida por el amiguismo político de miembros del diario con distintas presidencias involucradas en la inferencia estadounidense en Vietnam-, en un papel como muchos otros de la actriz, digno de un Oscar. Tan grande se presenta la figura de Streep, que hasta Tom Hanks queda empequeñecido, aquí con un tono de voz bastante extraño. Quien no se muestra empequeñecido es Bob Odenkirk, con un rol corto pero importante y con un trabajo muy sólido que demuestra la versatilidad del actor, pudiendo abandonar sin problemas a su personaje Saul Goodman.


El tono spilberiano inevitablemente está presente en su último trabajo, a través de cierta cursilería típica de su estilo. La música (John Williams) también presenta ese tono tan característico del director, sin embargo acompaña bien el curso de los acontecimientos. A pesar de este tono almibarado que suelen tener estas películas es importante destacar un guión (Liz Hannah y Josh Singer) con mucho trabajo de investigación, y diálogos punzantes, que muestran las sorprendentes batallas verbales que disputan periodistas de un mismo diario pero con opiniones bastante diferentes. The Post es una película que tiene bastante más virtudes que defectos, quizás no muy promocionada en el país pase algo desapercibida. Pero es importante valorar el esfuerzo tanto político como técnico de un director que mayormente recordamos por su trabajo de los años ochenta y noventa (E.T., Jurassic Park, entre otros hits) en la ciencia ficción, marcando época.

Mi Calificación: 8 (ocho) Muy Buena

viernes, 2 de febrero de 2018

El Pájaro Loco (2017):
-Woody Woodpecker-

Duración: 84 Minutos
Director/a: Alex Zamm
Guión: Alex Zamm
William Robertson
Actores/actrices: Timothy Omundson
Thaila Ayala 
Eric Bauza

Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia

La película 3D live action del mítico personaje de Walter Lantz apuntó a Brasil como mercado principal, país donde siguen habiendo repeticiones de la serie original en la televisión. Hecho por el cual fue estrenada allí, 4 meses antes que en Estados Unidos. El proyecto de hacer una película del popular pájaro carpintero de corona roja, surgió en el 2010, empezándose a filmar seis años después.


Podríamos empezar hablando de como se presenta lo visible en El Pájaro Loco: la animación del personaje presenta un contraste bastante importante respecto a lo filmado sin pantalla verde, por lo que es difícil adaptar la vista a tal situación. Pasada esa primera impresión -o al menos amortiguada- nos concentramos en la historia: vemos personajes estereotípicos de manual, excesiva comedia física y acciones penosamente predecibles. El "humor" de la cinta poco ayuda a la historia: genera pocas risas en los niños y bastantes menos en los adultos.
Tal aspecto me hizo preguntarme -si, tuve tiempo para pensar tal cosa en la película- ¿es que al crecer uno, El Pájaro Loco pierde el entretenimiento y humor que pensábamos tenía cuando lo veíamos de chicos? Es decir: ¿quedó desactualizado?
No veo la caricatura desde hace mucho tiempo, pero mi intuición me dice que ese no es el problema: que los episodios con el visto bueno de Lantz fueron geniales. Por lo que el problema no parece presentarse en ese paso del tiempo, sino en la extrañas decisiones tomadas para llevar este personaje al cine: desde la elección del elenco, hasta el humor simplón y algo chabacano.


Probablemente vea de esta forma el filme de Zamm, por mi amor al dibujo original, y sea por lo tanto una crítica de fan, diferente a alguien que la viera sin conocer el trabajo de Lantz, o sin el peso de tal serie -desearía fuera esa la explicación de mi desagrado-. Las actuaciones mediocres, los personajes de fórmula, los pocos riesgos argumentales, y un guión lleno de cursilería y clichés, no ayudan a un director que tiene ciertos destellos de creatividad respecto a aspectos visuales -cuenta con una buena fotografía (Barry Donlevy), por ejemplo, a pesar de lo artificial de la animación- y sonoros.El director también lo intenta con otros recursos "manieristas", como ruptura de la cuarta pared -usada poco acertadamente de todas formas- frame stops, o un refuerzo de la subjetividad. Claro que otras de sus elecciones marcan de forma evidente sus limitaciones, y él es tan culpable como los productores de este poco feliz híbrido llevado impunemente a la pantalla grande.


Señalamos unos pocos aspectos positivos de la cinta, por lo que no debemos olvidar quizás el más logrado de la misma: su música, compuesta por Chris Hajian. Si los ojos del espectador no sobreviven al largometraje, si lo harán los oídos, gracias a un variado soundtrack que sin problemas va desde los sesenta -con una magnífica inclusión de una reversión de The Trashmen de Surfin' Bird- hasta los ochenta, con un cover de What I Like About You de The Romantics.
Sopesados distintos aspectos de la llegada del querido pájaro a la gran pantalla, puedo dar un consejo bastante personal: vayan sin comer a la función para evitar indigestión.

Mi Calificación: 4,50 (cuatro y medio) Regular