La Rueda de la Maravilla (2017):
Duración: 101 Minutos
Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Protagonistas: Kate Winslet
Justin Timberlake
Jim Belushi (Infierno Rojo, Retroactive, Twin Peaks)
Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia
Drama del cineasta neoyorquino filmado en Coney Island, Nueva York. Contó con la presencia del tres veces ganador del Oscar, Vittorio Storaro, como director de fotografía, que vuelve a trabajar con Allen después de Café Society (2016). Además de tener la presencia estelar de Kate Winslet, siendo su primera colaboración con el cineasta. Para este año se proyecta otra película del director, A Rainy Day in New York con Timothée Chalamet y Elle Fanning.
El título de la película según explica Woody Allen es metafórico: "la vista es hermosa desde la rueda de la maravilla, pero no vas a ningún lado." Él aclara que eso aplica a la situación de los personajes y sus conductas. Por mi parte creo que es una lectura posible, porque la circularidad definitivamente es una temática a la cual "Woody" suele recurrir, pensando por ejemplo en la trama o más precisamente el final de Café Society. A diferencia de esta cinta aquí no hay tanto amor, sino celos, posesión y venganza. Probablemente Wonder Wheel vaya más en línea de las confrontaciones verbales de Blue Jasmine (2013), y elementos de thriller como el de Hombre Irracional (2015) o Manhattan Murder Mistery (1993) -no tan cercana a esta de todas formas, sino con ciertas similitudes-.
Entendiendo que es un drama tenemos a una de la actrices ideales para el género: Kate Winslet, quien está en su salsa durante toda la película. Acompañada por trabajos que no están a su altura, pero que tampoco son decepcionantes.
Quizás el problema de La Rueda de la Maravilla es el viraje repentino de géneros. Hasta un poco más de una hora la cinta parece romántica, tiene ciertas tensiones dramáticas y una historia secundaria que poco aporta. Pasada la hora quizás aumente la fuerza emocional para luego degenerar en un final innecesariamente apurado. Otro aspecto poco útil es el quiebre de la transparencia del relato a través de recursos como ruptura de la cuarta pared o el énfasis en el punto de vista. Aquí tales recursos están utilizados con cierta falta de perspicacia y/o timing. El guión no apunta tanto a la faceta existencial/filosófica del cineasta, sino a la faceta más artística/literaria, lo que no está nada mal. El estilo depurado y filoso, característico del agudo director, está presente.
Respecto a los aspectos de verosimilitud podemos decir que la música nunca falla en películas de Allen, y aquí también hay un cuidado trabajo de vestuario (Suzy Benzinger). El elemento estético, dado por la fotografía de Storaro, no es de mi predilección. Hay un manejo estrambótico de la luz, que no permite percibir al cien por ciento las expresiones de lxs protagonistas y carece de cierta naturalidad esperable.
Como datos estadísticos podemos decir que la película tuvo un 61% de baja de taquilla en su semana inaugural, respecto a Café Society, en Estados Unidos. En su día de estreno en Francia fue la película de menor recaudación del director en los últimos quince años. Estos datos marcan cierta realidad, de lo que a mí me pareció una película hecha a las apuradas. Convengamos que las "apuradas" de Woody Allen son bastante mejores que películas largamente planificadas de otros directores. A pesar de este factor, no hay que preocuparse por el futuro del director, ya que es una mente emprendedora, poco fatigosa y con chispas de genialidad. Simplemente queda esperar su próximo proyecto.
Mi Calificación: 6 (seis) Buena
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