Duración: 148 Minutos
Dirección: Martin Koolhoven (Schnitzel Paradise, Chifladas, Un invierno en tiempos de guerra)
Guión: Martin Koolhoven
Protagonistas: Dakota Fanning (Mi Nombre es Sam, La Guerra de los Mundos, American Pastoral)
Guy Pearce (L.A. Confidential, Memento, Prometeo)
Kit Harington (Terror en Silent Hill 2: La revelación, Pompeii: La furia del volcán, El Séptimo Hijo)
Ficha en IMDb
Ficha en Wikipedia (en Inglés)
Euro-western holandés que tardó cinco años en ser terminado por las dificultades que conlleva producir una película independiente. Inicialmente el proyecto iba a contar con Mia Wasikowa y Robert Pattison, este último abandonando la nave luego de la ida de Wasikowa y arrepintiéndose posteriormente de tal decisión.
El western era un género originalmente americano, pero a mediados de los sesentas empezaron a popularizarse las producciones importadas de Europa, de la mano de Sergio Leone. Luego de cierta decadencia en los ochenta y noventa -salvando honrosas excepciones como Danza con Lobos (1990), por ejemplo- llegaron los 2000 para revitalizar al género tanto con neo-westerns -Hell or High Water (2016) es un hermoso y muy actual ejemplo, pero también podemos ir para atrás con Sin Lugar para los Débiles (2007) también- como con euro-westerns -The Salvation (2014) es una representante-, y Brimstone es una orgullosa portadora del estandarte del mencionado subgénero.
La oscuridad del póster de la cinta es quizás fiel reflejo de lo que se encuentra en ella. Oscuridad y dos personajes, que aquí se dan las espaldas, que se enfrentarán hasta las últimas consecuencias. La opacidad no sólo está presente a través de la gran cantidad de tomas nocturnas magníficamente dominadas por Rogier Stoffers, y la construcción de espacios lúgubres producto de magníficas locaciones (Dániel Gudmon y Gerhard Ziegner), sino también por la crudeza de las situaciones que atraviesa Liz. Un personaje que va y vuelve del infierno, acompañada por el espectador que no sólo se concientiza de la complejidad de la situación prostitucional de la mujer en el lejano oeste -situación que igualmente parece atravesar las épocas- sino su opresión social y religiosa.
Se ve el abuso físico, sexual y psicológico sobre cuerpos algunos más o menos fuertes, y Liz tiene una capacidad de "retribución" digna de Hugh Glass. No estaríamos hablando de las virtudes del personaje de Liz y el poético dramatismo de ciertas escenas, sino hubiera un gran trabajo de Dakota Fanning como del de su contraparte, Guy Pearce, en el rol de "el reverendo". Es innevitable encontrar similitudes con El Renacido (2015) o Django sin Cadenas (2012), quizás por compartir con ambas lo épico y sufrido de la aventura. Buena parte del aspecto épico está dado gracias al trabajo musical del muy versátil Tom Holkenborg, al que escuchamos previamente tanto en Mad Max (2015) como hasta en Batman vs Superman (2016).
Brimstone es producto de un concienzudo y esforzadísimo trabajo de cinco años de duración. De un director que eligió poder decidir sobre el corte final de su película, a pesar de que lo contrario implicaría trabajar en la comodidad de un estudio fílmico norteamericano. Claro que tal poder sobre la edición hace a la obra algo testamental, con sus 148 minutos. Esa incansable labor dio la agridulce victoria de ser la película holandesa de mayor recaudación de la historia -con un poco más de dos millones de dólares de taquilla-, lo que contrapesa con un presupuesto estimado de 12 millones de euros.Sin embargo no se puede evaluar una película únicamente por las dificultades que enfrentó, siendo aquí el caso que Brimstone pasa cómodamente la prueba por sus méritos no sólamente artísticos, sino también performativos y argumentales.
Mi Calificación: 8 (ocho) Muy Buena
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